Test del aliento

Buenas a todos!! Hoy ha vuelto a ser un día de no parar quieto, no hemos tenido ni 10 minutos para tomar un café a media mañana. Pero aunque haya sido un día muy estresante, ha sido muy divertido al mismo tiempo. He aprendido muchas cosas al lado de Inés (la enfermera que está conmigo todo el día en el Hospital de día digestivo).

Hoy he aprendido un par de pruebas nuevas, de las cuales nunca antes había oído hablar. Pero en la entrada de hoy solo os voy a hablar de una de ellas, la prueba del aliento. Este test se realiza a pacientes de los cuales hay una sospecha de padecer una infección de una bacteria en el estómago, esta bacteria se llama Helicobacter pylori. Esta bacteria es capaz de sobrevivir en un ambiente ácido, en las paredes del estómago, gracias a la enzima ureasa.

Esta prueba está formada por dos pasos:

  1. El paciente llega a la consulta tras haber seguido unos pasos, como son: estar en ayunas, no tomar ningún protector gástrico ni antibiótico durante 4 semanas antes de realizar la prueba, ni fumar dos semanas antes de la prueba. El paciente con estas condiciones es apto para realizar la prueba. Una caja trae 4 botes de cristal transparentes (dos con tapa blanca y dos con tapa verde), dos pajitas y una pastilla. Primero se identifica la caja con el paciente correspondiente. Se cogen los dos primeros botes (verdes) y con la pajita se le hace soplar al paciente dentro de ellos, primero uno y después el otro, tapándolos rápido al terminar de soplar el paciente. A continuación se deja disolver la pastilla en un vaso de agua y se le añada un sobre de citrato, y el paciente se lo bebe todo seguido.
  2. Al cabo de media hora después de beberse el vaso, se le vuelve a llamar y se realiza el mismo procedimiento pero con los botes de tapa blanca. Por último se le informa la paciente de la fecha aproximada en la que puede conocer los resultados, bien en el doctor del apartado digestivo o bien el médico de cabecera.
Es una prueba sencilla y no invasiva, pero también existen otras pruebas como una serología en un análisis de sangre, el examen de heces o la biopsia a través de una endoscopia para la detección de esta bacteria en el estómago. Sin embargo la prueba del aliento es la más eficaz y la más sencilla de realizar.


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