Buenas a todos!! Los últimos días de prácticas en el hospital han llegado. Me da bastante pena que llegue el último día. Les he cogido demasiado cariño en estas dos semanas y media aquí.
El lunes fue el día que estaba esperando desde que me dijeron de la existencia de estas pruebas en mi consulta, las pHmetrías y manometrías. El día comenzó como otro día cualquiera, fueron entrando los pacientes, los pesamos, les tomamos las constantes y se sientan en sus sillones correspondientes.
Inés (mi enfermera) y yo nos repartimos los pacientes para irles colocando las vías. Yo tuve problemas con un par de ellos, ya que todavía no tengo mucha soltura colocando vías, pero ahí estaba la otra enfermera (que solo venía para realizar las pHmetrías y manometrías) para echarme una mano.
Mientras los pacientes estaban recibiendo el tratamiento, ella (la enfermera de las pruebas) iba pasando a los pacientes a otra consulta. Era un no parar. Cuando yo terminé con mis pacientes, Inés se tuvo que ir a una consulta suya, y yo no tenía nada más que hacer. Por lo tanto, como me vio aburrido y sin nada que hacer, me invitó a ver como realizaban las pruebas. El momento había llegado. Por fin iba a observar como realizan las pruebas.
Por desgracia solo les quedaba una esa mañana, era una manometría anorrectal. Tenía bastante curiosidad por ver en que consistía. Una vez en la consulta intenté estorbar los mínimo posible pero ver lo máximo, para así poder aprender. Me encantó.
En la próxima entrada hablaré de la propia técnica, en que consiste como se realiza, los motivos por los que se solicita esta pruebas...
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